StartuperoCarpetero
🎙 El podcast de StartuperoCarpetero
Apolo 13: viaje a la Tierra
0:00
-15:05

Apolo 13: viaje a la Tierra

¿Qué tiene que ver tu startup con el Apolo 13?

Hola, soy Alex Sánchez Sastre.

Emprender es una de las mejores escuelas a las que he podido asistir. Cada sábado paso a limpio los apuntes de la semana.


Esta semana… Física, Química, Informática, Matemáticas… Todo a la misma hora. El Apolo 13 y tu startup están más cerca de lo que parece.

Abril de 1970. La NASA lanza la misión del Apolo 13, la séptima con tripulación y la tercera que iba a alunizar. Y digo iba, pues a diferencia de lo que sucedió con Apolo 11, que es el de Neil Armstrong y Buzz Aldrin, y Apolo 12, comandada por Charles Conrad, que como dicen en deporte del segundo nadie se acuerda, pues ya no digamos del tercero que pisó la Luna, que fue Conrad, aunque la vida se la jugara igual…

El problema no es el destino, sino a donde queremos ir.

Apolo 13 no llegó a alunizar, porque una vez que se habían salido de la trayectoria de libre retorno, a unos 321.000 km de la Tierra, que es algo así como cuando un avión supera el punto de no retorno, surgió el famoso problema, que no fue otro que la explosión de un tanque de oxígeno en el módulo de mando. El módulo de mando, que es la parte principal de la nave, y la explosión de ese tanque la dejó prácticamente inservible. Esto provocó que los tres tripulantes, que eran Jim Lovell, comandante de la misión, Jack Swigert, piloto del módulo de mando, y Fred Haise, piloto del módulo lunar, tuvieran que trasladarse al módulo lunar, que es la nave pensada para que dos de ellos alunizaran, y utilizarlo como una especie de bote salvavidas. Y este es el panorama que se les presentó, fuera de la trayectoria de retorno libre, sin combustible, sin oxígeno suficiente y perdidos a la deriva a 321.000 Km de la Tierra.

Imaginemos que el viaje del Apolo 13 es una startup. De hecho, en ambos casos, hablamos de un equipo con una misión trabajando por alcanzar un destino. Entre todas las circunstancias que rodearon a esa misión, podemos encontrar muchos paralelismos con desafíos que se presentan casi cada día en una startup. Veamos algunas de estas lecciones:

1. Gestión de la incertidumbre. ¿Tomarías las mismas decisiones si te dijeran que sólo te quedan 15’ de oxígeno? Se suele decir que en las situaciones límite emerge el verdadero yo. La incertidumbre debería servir para sacar lo mejor de cada uno. Son ese tipo de situaciones en las que cada uno tiene que dar más de lo que el equipo le pide para pasar la situación momentánea de crisis. Muchas veces, por no decir siempre, las fuerzas del mercado actúan en un sentido que no está a nuestro alcance cambiar, pero como sucede en el Judo, el arte marcial en el que juegas con el equilibrio de tu oponente, aprovechando la inercia de los competidores, puede que podamos empezar a cambiar la dinámica.

Además, la caja de una startup no funciona muy diferente al oxígeno de la Odyssey, que es como se llamaba el módulo de mando, que también vaya guasa el que llamó Odisea a la nave… Al final, si no entran ingresos en la medida que se hacen las inversiones, la startup se termina asfixiando. Esto también es clave en la toma de decisiones, porque el número de balas que tienes en el cartucho es limitado y hay que elegir bien los tiros.

2. Liderazgo. Como se podía escuchar en las comunicaciones entre la nave y el centro de control en Houston, la calma que muestran los astronautas al comunicar la situación contrasta con el tono, un tanto perplejo, del responsable de la misión en la Tierra. En algunas situaciones, no hay margen para la duda. Salga bien o salga mal, hay que tomar decisiones; la peor decisión sería no tomar ninguna. Sólo se puede pensar en seguir adelante, como sucede en las carreras de obstáculos en atletismo, descansando mientras corres a la espera de negociar la siguiente valla en el camino. Como diría Jim Lovell, el comandante de la misión, respecto a la falta de oxígeno: “En una situación así, solo puedes hacer una cosa: seguir adelante y buscar maneras de conseguir más nutrientes”. Un Jim Lovell que ya había viajado al espacio en la misión Apolo 8 y fue el suplente de Neil Armstrong en la misión Apolo 11, la primera en pisar la Luna.

3. Trabajo en equipo. La botella borracha quizá sea uno de los juegos de confianza más populares. Es ese en el que te colocas en el centro de un corro y tienes que dejarte caer, con los ojos cerrados, confiando en que el resto te sostenga. Así debieron sentirse los astronautas del Apolo 13 y así te puedes sentir con el equipo que has elegido para llevar adelante la misión de tu startup.

¿Jugamos a la botella borracha? No, hoy toca el paracaidista confiado…

De hecho, muchas de las claves para volver a la Tierra con éxito, las dieron desde el centro de control. La situación más delicada que resolvieron quizá sea la de  fabricar un filtro artesanal de dióxido de carbono que mantuviera habitable el módulo lunar, que era su particular bote salvavidas. El caso es que por un tema burocrático, la administración americana adjudicó el contrato de fabricación del módulo de mando a una empresa y el contrato de fabricación del módulo lunar a otra diferente. Y como bien estás imaginando, nada bueno podía salir de ahí. El sistema de los botes de lavado del aire de una nave era cuadrado y el de la otra era circular, por lo que los astronautas no podían engancharlos para poder utilizar el sistema de lavado del aire del módulo de mando, pues era el que estaba pensado para alojar tres tripulantes, no como el del módulo lunar, que estaba calculado solo para los dos astronautas que iban a alunizar. Entonces, tuvieron que convertir algo circular en cuadrado con los materiales que tenían a mano en la nave, guiados por el equipo en Tierra. En definitiva, tuvieron que buscar soluciones imaginativas para encajar todas las piezas, lo que viene siendo un día cualquiera en la oficina de una startup.

4. Gestión de los recursos. Como acabamos de ver con el ejemplo del filtro, cada equipo tiene que arreglarse con los recursos que tiene a su disposición. La verdad que el proyecto Apolo no iba nada mal en ese aspecto, contando con la inflación, estamos hablando de un presupuesto de 153.000 M de dólares. Aún así, ten en cuenta que tuvieron que funcionar con una intensidad eléctrica de 11 amperios, menor a la de una aspiradora doméstica y que la memoria RAM del ordenador de a bordo era de 4 KB, que nosotros en nuestro bolsillo llevamos fácilmente 4 GB de RAM, que es como 1 millón de veces más de memoria.

El ordenador de a bordo del Apolo 13. Sin memoria suficiente para jugar al Buscaminas…

La del Apolo 13 fue la primera misión a la Luna que incluía comida húmeda. ¿Y por qué fue esto importante? Para prolongar al máximo el oxígeno del módulo lunar que, por cierto, se llamaba Aquarius, otra vez a vueltas con los nombres de las naves,  los tres astronautas tuvieron que racionar el consumo de agua a un 20% de lo habitual y compensarlo con los electrolitos que extrajeron de la humedad de los paquetes de comida. Aunque parezca paradójico, hasta el proyecto con el  presupuesto más desorbitado también puede sentir que le faltan recursos, por lo que siempre será importante la creatividad para buscar soluciones a los desafíos que se van presentando.

5. Pivotar. A mitad de misión, el objetivo cambia. Los astronautas pasan de llegar a la Luna para recoger muestras de rocas, a luchar por sobrevivir y volver sanos y salvos a la Tierra. Si lo miramos con cierta distancia, suena hasta pobre el objetivo inicial. Eso también sucede con las startups, quizá el objetivo original suene pequeño o demasiado ambicioso en función de lo que vamos conociendo una vez que hemos palpado el mercado. O, como en este caso, hay circunstancias que nos empujan a cambiar de rumbo sobre la marcha, una vez que ya hemos lanzado el primer producto mínimo viable. Incluso, en momentos tan avanzados del desarrollo que sentimos que ya hemos superado ese punto de no retorno. ¿Cuántos Apolos 13 conoces a los que un cambio de regulación, una nueva tendencia de mercado o un evento extraordinario (de esos que nunca pasan… una pandemia, por decir uno) provoque que tengan que cambiar el rumbo? Y que eso implique tirar al contenedor azul el plan de negocio, reorientar a todo tu equipo o desechar una línea de negocio y potenciar otra, etc.

6. Azar. La suerte también juega un papel fundamental en este mundo de las startups. Confundir la suerte con la visión es algo ciertamente peligroso y sucede más de lo que creemos. Es como confundir lo que se obtiene con lo que se merece, nos puede llevar a conclusiones erróneas. Y en el Apolo 13 podemos encontrar varios ejemplos. Sin ir más lejos, la avería surgió cuando ya estaban fuera de la trayectoria de retorno libre, que es algo así como las velas de un barco, pues usas la gravedad para navegar por el espacio sin necesidad de propulsión mecánica. Les quedó la energía justa para volver a esa trayectoria de retorno libre, pero si hubiera ocurrido en algún momento posterior del viaje, no hubieran tenido energía suficiente, por lo que no hubieran tenido forma material de volver. Lo que podemos llamar un golpe de buena mala suerte.

Además, sólo un astronauta había utilizado con anterioridad el sistema para corregir de forma manual el ángulo de entrada en la atmósfera, pues como no les quedaba energía no podían valerse del sistema de navegación. Ese astronauta se llamaba Jim Lovell y era el comandante de la misión Apolo 13. Por darle un poco de perspectiva, si no acertaban con el ángulo correcto, nunca hubieran vuelto a la Tierra, así que sin presión… Azar también es que un tanque de oxígeno líquido se cayera, sin daño aparente, en el momento de ensamblarlo en la nave, que es, por cierto, el mismo tanque que explotaría durante la misión… Además, hay decisiones que escapan a la propia voluntad. Estarás de acuerdo conmigo en que los tres astronautas y los ingenieros en Tierra hubieran preferido ahorrarse la anécdota del filtro de dióxido de carbono.

En definitiva, pueden surgir eventos inesperados mientras emprendemos, ya sean beneficiosos o perjudiciales, pero a los que siempre hay que dar una solución. Lástima que adaptar la realidad a las soluciones que ya traemos de casa no sea una de ellas…

Conclusiones

Resumiendo, el Apolo 13 no cumplió su misión original, pero cumplió con la nueva misión, la de sobrevivir. Y esto no es muy diferente en el mundo empresarial, pues lo primero para poder ir del punto A al punto B, es saber que no nos vamos a quedar a mitad de camino por falta de caja, un cambio repentino de legislación, una respuesta inesperada de la competencia o cualquier otra circunstancia externa que condiciona nuestro plan de negocio.

A pesar de no llegar a la Luna, la NASA la considera su mejor misión, lo definieron como un fracaso exitoso.  Aunque no se consiguiera el objetivo principal, todas las dificultades que tuvieron que afrontar en la misión del Apolo 13 provocó que se alcanzara un nivel de excelencia nunca antes visto y que hasta la fecha no han podido superar. Quizá sea porque tuvo todos los ingredientes necesarios: gestión de la incertidumbre, liderazgo, trabajo en equipo, gestión óptima de recursos, pivotar y suerte, pues hay tantas cosas que pueden salir mal, que la suerte también es necesaria. Lástima que esta receta no funcione como la Thermomix, que echas los ingredientes y el éxito se cocina por sí mismo. Éxito o fracaso tienen más valor por lo que se aprende que por lo que se consigue.

Y por último, de todos estos paralelismos entre la misión del Apolo 13 y una startup, quizá el más importante sea que el problema no es el destino, sino saber a donde queremos ir.


Más info:

Página interactiva con la cronología en tiempo real de la misión -https://apolloinrealtime.org/13/


Gracias por leer (o escuchar) estos apuntes. Espero que te hayan servido para preparar tu examen. Si te suscribes, la próxima vez no tendrás que pedirlos prestados. Además, te ahorras el precio de las fotocopias 😉

0 Comments
StartuperoCarpetero
🎙 El podcast de StartuperoCarpetero
Píldoras sobre emprendimiento: desarrollo de negocio, marketing, historias de startups... Abrimos el cajón de los cassettes para conocer experiencias emprendedoras, comentar modelos de negocio y preparar mejor el examen startupero. ¡Ni se os ocurra grabar encima! 😱
Listen on
Substack App
RSS Feed
Appears in episode
Alex Sánchez Sastre